
El Dr. Juan Silva, académico del Departamento de Educación de la Universidad de Santiago de Chile (USACH), lideró durante 2024 la aplicación masiva de un instrumento diseñado para evaluar las competencias digitales en estudiantes de Educación Parvularia. Este cuestionario, alineado con el estándar internacional DigCompEdu, busca fortalecer la formación docente en tecnologías y su uso pedagógico.
«En 2023 diseñamos y validamos el instrumento con una muestra inicial de 300 estudiantes,» explicó el Dr. Silva.
«El año pasado, en 2024, realizamos la aplicación masiva, invitando a las 37 universidades chilenas que forman educadoras de párvulos. Finalmente, 18 universidades participaron en el estudio, distribuidas por todo el país, incluyendo tanto instituciones públicas como privadas.»
Resultados significativos y cobertura nacional
La aplicación masiva alcanzó 598 respuestas de estudiantes de los últimos años de la carrera, lo que representa un hito en términos de cobertura y calidad de los datos recolectados. La experiencia adquirida en la validación inicial permitió ajustar la metodología para garantizar una alta tasa de respuesta.
Por una parte, el cuestionario se contestó en línea, pero la implementación se realizó de manera presencial, con apoyo de ayudantes o el equipo investigador que explicaba la dinámica y entregaba códigos QR para el acceso.
Y por otra, este enfoque superó las dificultades del primer año, cuando el formato exclusivamente en línea resultó poco efectivo.
«Este cuestionario está alineado con el DigCompEdu, aunque cuando lo diseñamos inicialmente no éramos conscientes de su correspondencia con el estándar internacional. Ahora sabemos que responde a dimensiones clave del modelo, lo que ha generado interés en la comunidad educativa,» comentó el Dr. Silva.


Retroalimentación personalizada para cada universidad
Una de las innovaciones más destacadas del proyecto es la entrega de reportes personalizados a cada universidad participante. Estos informes detallan el desempeño de sus estudiantes en comparación con el promedio nacional y proporcionan información clave para identificar fortalezas y áreas de mejora.
«La idea no es sancionar, sino usar estos datos como una herramienta de mejora,» señaló el Dr. Silva. «Además, hemos ofrecido talleres a las estudiantes para ayudarlas a integrar las tecnologías en sus prácticas pedagógicas.»
Proyecciones y colaboración futura
Los resultados de esta investigación se compartirán en reuniones con jefaturas de carrera de las universidades participantes durante 2025. Estas instancias buscarán promover el diálogo y el diseño conjunto de estrategias para fortalecer la formación tecnológica de las futuras educadoras.
El Dr. Silva destacó la importancia de la colaboración nacional en este tipo de estudios: «Esta iniciativa no solo evalúa competencias, sino que también genera oportunidades de mejora continua en el uso de tecnologías educativas, algo fundamental para la educación inicial en Chile.»
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